En la siguiente guía, “Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Guía para padres y educadores. Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba. Universidad de Córdoba”, se expone un magnífico trabajo realizado por los profesionales que la integran. En ella se recogen entre otras, unas orientaciones realmente claras, sencillas y operativas para los padres, que no puedo por menos, que tomar y compartirlas con todos los participantes en el curso, porque sinceramente creo que determinan con claridad y sencillez (dos elementos fundamentales para sosegar a los progenitores de niños con TDAH) lo que se debe hacer y cómo. Me voy a quedar, cómo elementos principales con dos partes de la guía y la muestro a continuación. ORIENTACIONES PARA PADRES. Los padres con hijos/as con TDAH necesitan unas normas claras y precisas para regular el comportamiento de sus hijos. Las normas básicas de estas reglas son: • Que sean estables: el cumplimiento-incumplimiento de las reglas siempre ha de tener las mismas consecuencias. • Que sean consistentes: las reglas no cambian de un día para otro. • Que sean explícitas: las reglas son conocidas y comprendidas por ambas partes (padres y niño/a). • Que sean predecibles: las reglas están definidas antes de que se incumplan, no después. Por otra parte, siendo importantes, está más que definido y explicado el repertorio de térnicas y estrategias que tenemos a nuestro alcance para trabajar la modificación de conducta (premiso y castigos, tiempo fuera, extinción, consecuencias naturales y consecuencias lógicas, autoconfianza y autoestima, …). Por eso me parece más interesante, por dar brevedad al documento centrar en un aspecto que demandan mucho los padres y que no siempre sabemos como abordar: Cómo escuchar y comunicarnos con los hijos. • La escucha reflexiva: mediante ella, procuramos que el niño se sienta escuchado, acogido, e intentamos reflexionar con él sobre sus sentimientos. Un orden lógico en esta escucha reflexiva sería: a) Reflejamos y clarificamos sus sentimientos: “veo que estás enfadado…” b) Utilizamos la comunicación no verbal y las respuestas abiertas: “crees que no le importas a tus amigos, y te sientes abandonado”. • El mensaje-yo: mediante este tipo de mensajes informamos a nuestros hijos de nuestros sentimientos por su comportamiento y las consecuencias de éste. Por ejemplo:”yo me siento triste cuando rompes el reloj porque tengo que comprar otro”. - Sentimiento (yo siento…) - Comportamiento (cuando tú…) - Consecuencia (porque…) Es muy importante mostrar al niño que nuestros sentimientos tienen que ver con su comportamiento, no con su persona. Centre el problema en la situación concreta y evite las descalificaciones personales: - “Esto lo has hecho mal” (correcto) - “Eres malo” (incorrecto). El tono debe ser firme y serio. No es necesario reñir.